Iniciar la lactancia materna: ubicación, posición y agarre
En este corto texto te damos tips claves para iniciar efectivamente la lactancia materna.
Se recomienda comenzar la lactancia materna en las primeras horas después del parto por dos razones principales: iniciar una adecuada nutrición del bebé y fomentar la conexión madre hijo.
Aunque pareciera algo instintivo, para muchas mujeres, la lactancia, es un proceso de adaptación que puede llevar tiempo. Por eso, les recomendamos algunas posiciones y técnicas que pueden facilitarla.
Para aplicarlas, confía en tu propio cuerpo y su relación con su bebé, así sabrás identificar qué es lo mejor para ti.
Recomendación 1. Identificar cuando el bebé tiene hambre
Reconocer las señales del bebé permite que la madre tenga tiempo para prepararse y ponerse en una buena posición para lactar. Las señales tempranas que realiza un recién nacido incluyen: abrir la boca, mover la cabeza de un lado a otro en búsqueda del seno, chuparse las manos y los dedos.
Se sugiere no esperar a que el bebé llore, pues es una señal de hambre muy tardía.
Recomendación 2. Iniciar en una posición cómoda
Estos son algunos consejos que permiten encontrar la mejor posición, pero es importante que cada madre los ajustes según tus necesidades.
- Sentarse cómodamente en un lugar con respaldo para la espalda, utilizar almohadas bajo los brazos para dar apoyo, y reposar los sus pies sobre una superficie m[as alta que el piso.
- Colocar al bebé cerca al seno sosteniéndolo por la espalda, de modo que el niño no tenga que girar la cabeza para alcanzar su pecho y que usted no tenga que inclinarse sobre él. Asegurarse de que la boca y la nariz del niño miren hacia el pezón. Si es posible, primero se debe ubicar la madre en una posición cómoda y luego pedirle a alguien que le entregue el bebé.
- Sostener el seno con la mano para que no presione la barbilla del bebé.
- Revisar que el niño abra bien la boca y que sus labios cubran parte de la aureola, no solo del pezón.
- Si siente dolor, separe al bebé suavemente y vuelva a intentarlo.
Es bueno repetir estos pasos con frecuencia durante las primeras semanas para crear un hábito en la madre y el bebé. A partir de allí se pueden variar las posiciones, siempre asegurándose que el bebé esté a la altura del seno y que la madre no deba inclinarse, pues esto puede causar dolores de espalda, cuello y hombros.
Algunas posiciones sugeridas son:
Recomendación 3. Asegurar que el bebé tenga un buen agarre
Una correcta alimentación y succión depende de la posición de la boca del bebé. Para asegurarse de que el niño podrá succionar de la manera correcta siga los siguientes pasos:
- Anímelo a abrir la boca sosteniendo el pezón al nivel de la nariz y frotándolo suavemente contra su labio superior. Esto hará que extienda bien la boca, cuanto más ancha o amplia sea la posición de su boca, más fácil será conseguir un buen agarre.
- Tráigalo más cerca de su pecho, revise que el pezón apunte hacia parte superior de la boca y que el bebé ubique sus labios sobre la aureola.
- Es normal que parte de la aureola no esté dentro de su boca. Todas las madres tienen aureolas y bebés de diferentes tamaños, lo importante es que el bebé abra suficiente la boca para que la succión sea efectiva.
- Mientras su bebé se alimenta, el pezón estará contra la parte superior de la boca y será sostenido suavemente por la lengua. Al principio, el niño succionará brevemente y rápidamente para estimular el flujo de leche, una vez que la leche comienza a fluir, succionará más lenta y profundamente con algunas pausas, lo que puede indicar que está ingiriendo buenas cantidades.
- La succión debe realizarse desde la mandíbula y no solo desde los labios, por lo que si está bien ubicado, sus mejillas no están succionadas ni haciendo presión
- Para reubicar o separar al bebé, deslice suavemente el dedo dentro de la comisura de su boca para romper su succión.
Recomendación 4. Estar atento a las señales
Es común que las nuevas madres sientan un poco sensibilidad al amamantar, especialmente al principio, pero no deberían sentir pellizcos, mordeduras, desgarros o ardor. En cualquier caso, el dolor no debería durar toda la alimentación. Si esto ocurre es una señal de que algo no está funcionando.
Algunas señales de que algo no está bien son:
- Cuando su bebé se desprende el pezón y este está comprimido, agrietado o sangrando.
- El niño no puede succionar bien o no obtiene suficiente leche.
- A pesar de realizar varios intentos no hay suficiente producción de leche.
- Los senos se sienten llenos, pesados y con mucho dolor, pero el bebé no logra obtener el alimento.
En caso de tengas alguno de estos problemas, consulta con tu médico o una asesora de lactancia certificada. Ellos te ayudarán y te guiarán.
Esperamos que con estas recomendaciones puedas iniciar una lactancia efectiva.